Si puede una voz ser bitácora en la bruma,
o una mirada un mojón en el vasto desierto,
si puede una sonrisa despejar lo que abruma,
o recordarte un gesto que aún no has muerto.
Si puede una mano tenderse a tu encuentro,
amalgamando la química de ese momento.
Si puede un respirar restituirte el centro,
susurando a tu oído un bello argumento
Si puede una caricia brindarte refugio,
cuando a por ti vengan los recuerdos.
O si en un hombro descubres el artilugio,
que te permita continuar entre los cuerdos
Si puede una palmada ofrecerte otro paso,
o al entrelazar los dedos encuentras sostén.
Si unos ojos te remiten al maternal regazo,
o te resguardan unos brazos cual terraplén.
Si puede un pecho tus lágrimas enjugar,
cuando de nuevo te asalte el desconsuelo.
Si pueden esas rodillas volver flexionar,
para con levedad juntarte desde el suelo.
Si regresa ese soplo con tus cabellos a jugar,
el que esparcía por tu rostro la frescura.
Si en tu amparo un músculo se ha de tensar,
cuando se torne temerosa tu bravura.
Si pueden esas piernas otorgarte vigor,
cuando ya no quieran tus sueños caminar.
Si puede ese vientre tu temor apaciguar,
cuando en sombras te persiga el estupor
Si puede ese pensar llamarte a reflexión,
cuando sólo te creas invadido de razón.
Si puede un alma adormecerse en tu rincón,
cuando todo el aire te presagie desazón.
Si puede ese espíritu en la tormenta ser timón,
cuando los vientos de favor devenguen en tifón
Si puede esa energía eludir a tiempo su remezón,
te ha dado la vida un reloj que marcha a corazón.
Si puedes creer que te refiere lo que versa,
más allá de lo dicho y también lo conjeturado.
Si diestro resultara tu sentir con el viceversa,
he de considerarte sumamente agraciado.
Entonces que no ande tu percepción dispersa,
ni te detengas en lo que otro predica apropiado.
Tú…Ya mucho has logrado…
Porque…
Se es artífice de un milagro
Cuando penas y alegrías se hacen par
Y en mitades se sustenta el andar
De un camino que se presume largo.
|